domingo, 5 de febrero de 2012

La función de la locura


Estos días he estado reflexionando acerca de la locura, no sobre la propia la cual ya hace décadas que la tengo asumida. Y hasta más que eso, es lema de bandera: “No sufro de locura. La disfruto a cada instante”. 

Socialmente, vemos a ésta como una característica jocosa y graciosa que poseen ciertas personas, a los cuales solemos denominar “loco/a”, “loquito/a”, “tarado/a”, etc. Individuos que tienen ciertos comportamientos que están levemente desplazados de los usuales, de las formas convencionales de comportarse ante ciertas situaciones en sociedad. Creo que todos acordaríamos en ese párrafo un cierto esbozo de definición actual de locura. 
Aunque hay ciertas cuestiones que estaríamos pasando por alto. El concepto de locura anteriormente mencionado es más bien una definición de lo que nosotros conocemos como “Loco/a lindo/a”. Es esa persona a la cual catalogamos de loco/a por tener salidas y comentarios poco ortodoxos ante ciertas situaciones. Hasta casi llegando a ser una virtud dicha etiqueta. 
A continuación voy a dar dos ejemplos donde se podrá apreciar fielmente el concepto de “loco” y “loco lindo”


Situación hipotética: Cena de pareja en la casa de los padres de la femenina con motivo de presentarles su nuevo novio. Una vez finalizada la comida el jefe de la casa le ofrece al novio de su hija un vasito de vino, el joven accede, toma uno, toma dos, toma tres. Ya desinhibidos ambos el viejo le pregunta cómo era la nena con él. Y este menciona las habilidades de la nena en cuadrilátero colchoneril, y debido al alcohol ambos ríen o no. Depende del nivel de ebriedad del suegro. Pero sigamos…

Bajo la misma situación el loco en serio no bebería el vino porque diría que el alcohol afecta su rendimiento sexual y además está contraindicado si se mezcla con las pastillas para la esquizofrenia que consume diariamente. El suegro ante tamaño rechazo se ofusca y lo obliga a tomarlo, la acción se reitera tres veces. Ya desinhibidos el viejo le pregunta que tal es su hija con él y este esquivando hipotéticos elefantes de los más variados colores corre a tomar los suvenires recuerdos de Mar del tuyú 1999 que yacían sobre la cómoda y los empieza a arrojar por todo el living al grito de “Perón, Perón que grande sos, mi general cuanto vales”. Sumado a que el suegro era radical desde la cuna, las demás acciones pueden ser severamente condenadas a diferencia de la primera que es políticamente incorrecta pero de una respuesta esperada.


Mas allá de los ejemplos, la locura, y hablo de la locura más bien del segundo caso, de la socialmente condenada. La que es reflejo de una patología psicológica, que debe ser medicada y tratada para mantener al “loco” en cierto grado de “cordura”.

Esa locura tiene su cierta función en una sociedad moderna. Tendemos a pensar que los locos son personas inservibles al sistema, que solo son la sombra de lo que podría llegar a ser un ser humano plenamente funcional, apto para producir y consumir (lo que se espera de todos nosotros los “cuerdos”, básicamente). Además consideramos que sus conductas son totalmente reprimibles, que son peligrosos y algunos hasta son motivo de chistes y burlas. Por eso no queremos verlos, por esto se los hacina en manicomios u hospitales psiquiátricos. Porque sus comportamientos no son los esperados, sus diálogos no son coherentes, o usan poca ropa en espacios públicos mientras corren agitando los brazos.
Sin embargo, a mi forma de verlo dudo que estas actitudes ocultistas ayuden al “loco” a curarse de su condición, o al menos mejorarla un poco. No creo que merezcan el aislamiento criminal que se les da. ¿Y saben cual creo es la función de este ocultamiento?
Nadie quiere tenerlos sueltos en la calle, porque muchos dirían que son un peligro para los demás y para ellos mismos. Pero tampoco se los quiere muertos, porque sería inhumano por más loco que este merece vivir dirían las autoridades. Entonces la solución que se le da es marginarlos y confinarlos al encierro. Que básicamente es como estar preso por un delito que no cometieron.
Pero no, hay algo más detrás de este pequeño choque de posturas. Creo yo que ellos no padecen la locura como se cree, sino que como dije inicialmente en esa frase, la disfrutan. Estas personas quizás vivan realidades alternas mucho mejores que las nuestras, tengan pensamientos aun más interesantes que la basura que estoy escribiendo en este momento, y hasta podrían comentarnos lo que es la real felicidad de vivir. Así mismo, tienen su función en la sociedad. Ellos ofician de criterio de cordura. Son la regla que nos enmarca a nosotros como “normales” y nos otorga el “beneficio” de circular libremente, habitar ciertos círculos donde la “razón” prima. Sabemos que somos “normales” porque existen ellos, y alguien alguna vez nos dijo que su forma de vivir no es la mejor y que debemos agradecer a “dios” el no poseer su condición. 

"Espero haberlos hecho reflexionar. No creo tener una solución para este asunto, pero sí sostengo que todos estamos un poco locos de la manera linda y de la manera socialmente condenable, y dudo que alguien se jacte, al menos en los tiempos que corren, de ser normal, racional y políticamente correcto. En lo que a mí respecta no busco serlo y seguiré siendo siempre un loco que nunca nadie encerró."

Les dejo unos videos que les pueden llegar a robar una sonrisa, ambos manejan de manera muy diferente el rol de la locura.

Comercial de Apple "For the crazy ones"


Fabio Posca haciendo de Pitito (un loquito)




7 comentarios :

  1. Estoy mas que de acuerdo. Justamente, las reglas no están para resguardar los derechos y conservar a los seres "normales" en buen estado, están para dejar afuera a los "anormales", para excluirlos del sistema y por ello como bien dijiste, ofician de regla y ofrecen limites entre lo cuerdo y lo discuerdo. Segui asi Jairo, un abrazo!

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  2. Gracias Calci querido. Que bueno que te haya gustado :)

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  3. ja de locura, si sabre de esto... emmm la gente de antes... nuestros antecesores, imitaban a los adultos, por que veian en ellos algo q aprender... en estos tiempos nos ven como locos, por que ya no los imitamos, no queremos ser como estos estupidos viejos, criados en cubeteras, que te hablan como si supieran mas de todo que vos.. hoy para mi, al igual que para otros locos estos viejos no tienen nada importante q inspire respeto... Son muy Patriotas, pero igual el pais fue vendido, tiene mucha experiencia y afirman haberlo vistro todo ya.. y sin embargo son incapaces de anticiparse a nada. No saben analizar la informacion, si a mi un noticiero me miente, yo ya no lo miro mas, sea peronista o no, en cambio los viejos siguen mirando y comprando diarios de mentiras que dicen que son imoprtantes mentiras que no olo son tanto.. solamente buscan un tema para hablar, por que como ya sabemos, crecieron en una cubetera encubadora, y no pueden contar nada de su vida por que su vida no tiene nada de especial.. son estupidos mentirosos desechables y reemplazables... por eso.. rocanrol vergaass

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  4. jajaja mucho punk-rock en el ultimo comentario ;)

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  5. te digo que es realmente buenísimo!!!...
    y sabés qué?... te comento algo que quizás no sabías.
    Durante el conflicto de la segunda guerra mundial, no recuerdo qué país (creo que Francia o Italia) no tenía UN mango y entre los recortes hechos, uno fue para la mantención de los manicomios
    no tenía plata, ni comida para darles.
    Qué hicieron?
    Simplemente los liberaron a la sociedad... a la buena de Dios.
    Terminada la guerra se comenzó a reorganizar el país y entre eso, se recuperó el rol de los manicomios, entonces se largó un plan para buscar a los locos que dejaron sueltos...
    a que no creés...
    pero...
    de los que encontraron, el 90% estaba curado. Tenían una vida normal, un trabajo, una novia o una mujer... una familia constituida.

    Yo también creo que los manicomios funcionan como depósito de personas a las cuales no se quiere ver y no como un lugar de rehabilitación.
    Lamentablemente, creo que encerrarlos de esa manera sólo logra que su problema empeore.

    Un fuerte abrazo Jairo.

    Sublime nota.

    Cristian

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    Respuestas
    1. Dice una frase hecha, que no por trillada es menos cierta, que 'entre la genialidad y la locura hay una delgada linea'. Solo es cuestion de tiempo... 'Un hombre con una idea nueva es un loco hasta que la idea triunfe' -Dijo Mark TWAIN.

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    2. Me agrado tu nota. A vos te gusto mi humilde acotacion.

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